miércoles, 10 de abril de 2024

Ese vicio



[...]Más o menos un mes después, Pleasant y yo fuimos a Nueva York para pasar allí un par de semanas. Los Screamers iban a hacer su debut en la Costa Este -en el Hurrah- y no podíamos perdernóslo por nada del mundo. Planeábamos quedarnos en la ciudad también la semana siguiente para ir a ver a Pere Ubu y los Urban Verbs en el CBGB. Bradley Field había conseguido unas pastillas de ácido púrpura. Le compramos parte, pensando que sería el color perfecto para el concierto de Pere Ubu. A Bradley le habían advertido que eran extrafuertes y nos recomendó que, para empezar, tomáramos solo media dosis. Siguiendo su consejo nos las apañamos para cortar por la mitad la ya diminuta dosis de LSD.
Antes de salir, nos pusimos a tono escuchando música. Pasó media hora. Pleasant y yo intercambiamos la típica mirada de "¿Tú notas algo?". ¡Nada! Pensamos en tomarnos el resto. El cartón era tan pequeño que, por fuerte que fuera. ¿qué peligro podía haber? Pester, mi amiga del instituto, que también estaba de visita en Nueva York, estuvo de acuerdo y eso zanjó la cuestión. Fuimos al CBGB riendo por el camino, sintiéndonos bien. Hasta que entramos al local justo al final de la actuación de los Urban Verbs. Ví los letreros de neón anunciando cerveza que había sobre la barra e imaginé que me encontraba en una nave espacial, apuntando hacia el cielo y a punto de despegar.
Debíamos parecer recién salidos de la Isla de las Almas Perdidas porque nuestra amiga Chase Holiday, a la que conocíamos de Los Ángeles, nada más vernos nos llevó junto a una máquina de petacos y nos dio instrucciones de no movernos de allí ni apartar la vista de la máquina. Chase era canguro profesional y sabía manejar a los críos, lo que la convirtió en una perfecta acompañante de ácido. El new wave envolvente de los Urban Verbs concluyó. Se encendieron las luces del local, una canción punk empezó a sonar por los altavoces y el ambiente mutó en cuestión de segundos. Bradley tenía razón, aquel ácido era FUERTE. Pero al menos habíamos superado el primer impacto -¡KABONG!- de la droga.
A partir de aquel punto la noche se redujo a una serie de imágenes sueltas. La más vívida de todas fue la de Klaus Nomi, un amigo de Chase, en un rincón al lado del ropero, haciéndonos señas como si nos invitara a entrar en un teatro. En realidad nos invitaba a entrar en un trastero. Luego me enteré de que Chase le había dicho que habíamos tomado ácido y quería asustarnos. Aquello, junto con su pintalabios negro, el maquillaje blanco cadavérico y sus gestos de mimo, funcionó. Chase, vestida como lo opuesto al Nosferatu new wave que era Klaus -con un vestido de tafetán que brillaba en la oscuridad y maquillada de verde luminoso y naranja-, relucía como una tarta de cumpleaños. Lo habitual era que las bandas actuaran dos veces por noche en los clubs. Pere Ubu había decidido cancelar su segunda actuación porque su batería estaba demasiado drogado. A mí me pareció muy comprensible. pues yo también había tomado demasiada droga esa noche y ni siquiera había considerado la posibilidad de actuar una vez, no digamos ya dos. Bradley me invitó a ir con él, con Kristian y con el front man de Pere Ubu. David Thomas - que usaba el nombre artístico de Crocus Behemot- a una manzana de allí, al Phebe's, en la esquina de Bowery y East Fouth Street. Pleasant, Chase y Pester optaron por ir de fiesta con Bryan Gregory y Nick Knox de los Cramps a su apartamento en un sótano en el Bowery, frente al CBGB.
En el Phebe's yo seguía muy metido en mi viaje. Me dí cuenta de que a Bradley le pasaba lo mismo por su sonrisa de loco y su mirada perdida. Bueno, en realidad, Bradley siempre tenía esa pinta, pero en mi estado de confusión, él era un auténtico jarrón de delicias no terrenales. Sentado frente a mí estaba Char, la mánager de los Cramps, también natural de Ohio, como Bradley, que asimismo conocía a los Pere Ubu. Ante mis ojos, sus labios, pintados de un carmín rojo oscuro, pasaron a ser púrpuras y luego se cnvirtieron en motas relucientes, luego volvieron a ser de un rojo encendido, color que se disolvió en un azul metálico brillante. Una voz verde me dijo que mirara debajo de la mesa. Allí abajo ví que los brazos de Char terminaban en unos guantes blancos luminiscentes, cubiertos de diamantitos, y esos guantes me hacían señas para que me metiera debajo de la mesa. Volví a mirar por encima y ví las manos de Char desnudas, con las uñas pintadas de rojo y entrelazadas sobre la mesa. ¿Tenía dos pares de manos? ¿Cómo no me había fijado antes? Pues vale, pensé. Y seguidamente ese pensamiento se borró por completo de mi cabeza, como si nunca hubiese existido. Todo el mundo pidió bebida y comida. Sentado junto a Char, estaba David Thomas, quien de acuerdo a su alias Crocus Behemot, tenía una gran estatura. 'Beast Of Burden' de los Rolling sonaba a todo trapo en la máquina de discos. Miré a Crocus y me pregunté: "¿Qué hago en un bar de Country & Wenstern con Jackie Gleason?".
En el apartamento de Bryan Gregory en el Bowery las cosas se estaban poniendo incluso más raras para Pleasant, Chase y Pester. Bryan vivía en uno de esos apartamentos que están debajo de la acera, con una trampilla metálica que se cerraba con un candado, como el almacén de una tienda de comestibles. Todos habían tomado el mismo ácido que Bradley y yo. En un rincón del apartamento, Bryan tenía una jaula del tamaño de una persona. Le puso unas esposas a Pester y la metió dentro. Pester me dijo más tarde que logró no perder los nervios repitiéndose una vez tras otra: "Estoy hecha de líquido... estoy hecha de líquido". Y de alguna manera consiguió sacar las manos de las esposas, ¡como Houdini!
Cuando la fiesta se fue apagando -sobre las nueve de la mañana- Chase cogió un autobús en dirección a la Tercera Avenida; el trasporte iba atestado de gente en dirección al trabajo. De pie en el pasillo, Chase vio a un niño, de no más de seis años, que no le quitaba los ojos de encima. Como trabajaba de niñera, y sin pararse a pensar en el aspecto que tenía, con un vestido de fiesta hecho de trizas, que brillaba en la scuridad, y el maquillaje corrido por toda la cara, le sonrió al niño. El autobús se detuvo y se produjo un extraño silencio. El niño mirón le soltó a Chase, en voz lo bastante alta para que todos lo oyeran: "Señora, parece usted una payasa". [...]
`Some New Kind Of Kick' | 'Ese Vicio Delicioso'


Pat Suzuki - Black Coffee
Mae West - How Miss West Won World Peace
The Cramps - New Kind Of Kick
Siouxie & The Banshees - Metal Postcard (Mittageisen)
Ramones - 53rd & 3rd (Demo)
Pere Ubu - 30 Seconds Over Tokyo
Metal Urbain - Panik
Screamers - Punish or Be Damned
Alan Vega - Kid Congo
The Gun Club - Yellow Eyes
The Gun Club - Lupita Screams
The Gun Club - Hearts
The Gun Club - Nobody's City
The Gun Club - Bad America
The Gun Club - My Dreams
The Gun Club - Secret Fires
Nick Cave & The Bad Seeds - Up Jumped The Devil
Knoxville Girls - NYC Briefcase Blues
Wolfmanhattan Project - You Are My Glue
Wolfmanhattan Project - Smells Like You
Wolfmanhattan Project - Now Now Now
Wolfmanhattan Project - Braid Of Smoke
Fur Bible - Plunder The Tombs
Congo Norvell - Body And Soul
Congo Norvell - Johnny In The Boudoir
Congo Norvell - Warm Tonight
Khan feat. Kid Congo Powers - Vaseline
Kid & Khan - Stitches
Kid Congo & The Pink Monkey Birds - Haunted Head
Kid Congo & The Pink Monkey Birds - Sean Delear
Kid Congo & The Pink Monkey Birds - He Walked In
Kid Congo & Alice Bag - Wicked World