Eduardo (Haro Ibars) y Lirio, 1980. Foto: Alberto García-Alix
“PECADOS MÁS DULCES QUE UN ZAPATO DE RASO"
Avaricia de tus besos
Pereza de vivir sin ti
y la ira de sentirte lejos de mi.
Soberbia de Saberme
elegido por tu corazón
Humildad para reconocerte la mejor.
Son Pecados mas Dulces que merecen el perdón
son Pecados mas Dulces que un Zapato de Raso, mi Amor.
Envidia del sudor
que emana ardiente de ti
Gula para comer tu vientre satinado
Lujuria abrasadora
que me hace presagiar
la tristeza mas conmovedora si te vas.
Son Pecados mas Dulces que merecen el perdón
son Pecados más Dulces que un Zapato de Raso, mi Amor.
Avaricia de tus besos
Pereza de vivir sin ti
y la ira de sentirte lejos de mi.
EL MUCHACHO ELÉCTRICO
Para Eugenio, Jaime y Fernando, en
un albor de inventos sonoros.
ciertas formas de bar caliente diorama
siempre avanzamos en círculos polifonía estrecha
Madrid se estremece como un animalito
es agua Asesinado el Muchacho Eléctrico en cualquier parte
sólo queda lo gris lo submarino
infinitos gaseosos en torno al Bar Humano
bola contra bola de metal asesino
las glándulas generan
recuerdos como aquellos labios muertos Lotte Lenya
sonríe desde su viejo cliché
una estatua otra estatua y mil estatuas
o sombras o recuerdos luces y pulsaciones
de un astro en la ventana
y hay cuerpos muy calientes lo recuerdas
sin matriz así la mano blanda
se retuercen los pocos que están ahí copulan
mueren los ciegos en sus garitas transparentes
entrañas arrancadas y olor a niebla matinal sin sangre
bocas abiertas a las puertas de un solo
que no calienta más que mármoles
sus piernas milagro de leche y un libro abierto recuerda
él ya murió se lo dijimos es la cámara de torturas un lugar sombrío
junto al monte de Venus -verdad del rinoceronte
junglas de terciopelo- no no recuerdas nada
pero existe una línea directa tendrás pecho y vientre
crepúsculos de muchacho eléctrico una bandada de ojos oh qué lejos
nubes vendidas al mejor postor en los escaparates ciudadanos
es todo igual
y siempre habrá cerveza en tus cabellos
EN EL DESIERTO ÓPTICO
En el desierto óptico
...Incendiado transatlántico es
el juego de vivir en una bola
plácida y loca
...Cueva sin límites la pistola de mi amigo
no tiene ojos para verme ni caderas
vehículos del deseo
pero es ansia en visibles galerías de espuma
entre esferas sin tino Y en el desierto
mis cartas todas se han perdido
el cartero ha fallecido –vaga sin duda entre fantasmas de peces
por hirsutas cavidades
“susurro” o “flor de gtilo” le llamaban
las sirenas del cine en su espejo nativo
Y él no sabía esperar horas más dulces No sabía
vivir de noche y en un vaso
...–Y el dios de manos anchas y corazón sin dientes
se deja ver
bajo un cielo demasiado poblado
besó con lepra personal las heridas
que le esperaban amordazadas en fango
...No llevaba ropa el sol no llevaba ropa la luna
no llevaba ropa el desierto que fusiló mis cartas
en un rincón proteico
ni el círculo rosáceo que antes
recibió sus confesiones
a la sombra del falso beduíno
...Sonrisa que la gumía del Jeque Blanco corta
y que desflora el pez habitante de incendios
con reciprocidad amable se muerden los ojos las gacelas
para no gritar “mármol! mármol!”
para no decir su visión de unos amores
suntuosos
SEX FICTION
Ballenas perfumadas paseamos cruzando el hilo de la muerte
Los heridos parecen haber roto sus ataduras
y salimos tranquilos viejos planetas rotos
por paredes de noche hacia el barco que espera
Niños muertos cadáveres de sencillas sonrisa
Llueven plomo musitan palabras que son máscaras
Ponen gafas de niebla y de té
para ocultar el deseo que informa nuestras tardes y todas nuestras noches
Hierve el agua en sus teteras intentamos el sexo más nuevo
y dormimos en camas de siempre espacio yerto
Cocodrilo del aire mi viejo amigo el saurio
se oculta en todas las esquinas y sólo exhibe
su sonrisa en los pliegues
Por las calles vigilan enemigos de un tiempo que antes estaba vivo
y los templos dormidos se estremecen en brillos
Ametrallada la noche
se descubre sin horas
y engarza en los cuerpos
UNA EVOCACIÓN
¿Pero es que alguna vez nos hemos visto?
Llovían rombos creo sobre el monte más viejo
se escuchaban los gritos y los cantos
de los coches más rojos y las tardes más leves
Cuando en cegueras delicadas frías
(pavos de un agua triste o de un cadáver tenso)
creímos encontrarnos en los rabos del tiempo
Yo me inventaba un árbol donde ahorcarme
tú convertías el silencio en salmos
arquitectura helada de pasillos secretos
Y las palabras eran luces blancas
invención de fantasmas y vestigios
¿Pero es que alguna vez hemos estado
juntos en un desierto o en un cuento
en un bar luminoso y sin espectros?
Ahora ya no lo creo
pienso haber caminado como un zombi
por la empinada calle de las copas
(Como ya estamos muertos
los escaparates del espacio
las farolas que suaves aterrizan
no son más que recuerdos de este mundo
al que llamamos nuestro)
¿Pero es que alguna vez nos conocimos?
Las brujas intentaban alaridos/diamantes
para poner sus puntos y sus comas
en nuestro raro diálogo de muertos
Nada que hacer El polvo con el polvo
iba por avenidas de algodón
supongo que hoy reniegas del fantasma
que he sido siempre para ti –yo guardo
en un rincón sin sueños fotografías heladas
relámpagos de fresa en los espacios fríos
Y es que este sol ya no tiene sentido
jueves, 28 de noviembre de 2024
Haro Ibars