miércoles, 18 de marzo de 2015

Arte contra daños colaterales

Art against collateral damage



Un grupo de artistas, con el artista callejero JR a la cabeza, instala en las zonas rurales de Pakistán afectadas retratos gigantes de civiles que han sido víctimas directas o indirectas de los ataques con drones (aviones pilotados a distancia), una práctica para la que el ejército estadounidense (con la complicidad y protección burocrática de la C.I.A.) anda últimamente aleccionando a chicos expertos en video-juegos (juegos que además son creados por el aparato bélico) para asegurarse así su escasa empatía y fácil manipulación y a los que a la postre puede dejar con secuelas sicológicas de por vida. A su vez a los pilotos los suelen instalar en salas con foto del ataque a las torres gemelas para ayudar a motivarles.
El hecho de que la cámara del dron reduzca el objetivo a una pequeña mancha en el paisaje ayuda a desligarse de la culpa por el asesinato (algo a lo que el plan bélico se refiere como "aplastar insectos"). Para intentar evitar en lo posible esa sensación de irrealidad y falta de sentimiento del piloto a distancia es para lo que se han instalado estas enormes imágenes así visibles para el que opera el dron, una iniciativa de la Fundación Por Los Derechos Humanos con la colaboración del reportero gráfico local Noor Behram. Ni que decir tiene que además los ataques sólo generan más odio, con lo que tienen el efecto contrario al deseado por las autoridades del aparato bélico. Ese señor carismático al que, sorprendentemente, una vez premiaron con el Nobel de la Paz y que dirige Estados Unidos, justifica los ataques alegando que los daños colaterales "sólo" suponen un porcentaje mínimo (se estima que el 40 por ciento). El proyecto artístico lleva el nombre de 'NotABugSplat' ['NoUnInsectoAplastado'] en referencia a la jerga bélica usada para tal atrocidad indiscriminada. Para saber más sobre el tema se puede visionar el documental 'Dron'.

A group of artists, headed by street artist JR, installed giant portraits of civilians who have been direct or indirect victims of drones attacks (remotely piloted aircrafts), a practice for which the US military (with the complicity and protection of the C.I.A.) is recruiting expert young players of video games (games that are also created by the war machine) to make sure of their little empathy and which ultimately can leave them with psychological consequences for life. For this practice they are usually seated in rooms with big pictures of the attack on the twin towers to help motivate them. The fact that the camera drone reduce targets to a small spot on the landscape helps to break away from the blame for the murder (something that the war plan referred to as "splating insects"). To avoid that feeling of unreality is what these images stand for, an iniative of the Foundation For Fundamental Rights in collaboration with photographer Noor Behram. Needless to say also the killing practice only creates more hatred, which has the opposite effect the authorities of the war machine pretend. That charismatic Us leader Mr., surprisingly once awarded with the Nobel Peace Prize, justifies the attacks arguing that collateral damage "only" account for a minimum part (40 percent estimated). The art project is named 'NotABugSplat' in reference to the military slang for this atrocity.