Entrevista a Keith Richards
por Neil Hagerty y Jennifer Herrema
RAYGUN Número 22 (Enero de 1995)
Royal Trux (el guitarrista Neil Hagerty y la cantante Jennifer Herrema) se reunieron por primera vez en 1985 y desde entonces han grabado cuatro discos y varios sencillos repletos de confusión y ruido y, aparentemente, sonidos al azar. Melody Maker, una vez afirmó que Royal Trux "estaban sacando los excesos más decadentes del periodo blues de los Rolling Stones en su neblina drogadicta, distraída y empañada." Han sido denominados como "inclasificables".
Keith Richards ha vivido el arquetipo del mito del rocanrol unos 30 años con poderes aparentemente sobrenaturales de supervivencia. Ha tomado sustancias ilícitas y bebido el suficiente Jack Daniels como para matar a un pelotón promedio del ejército. Todo el mundo parece tener una historia favorita sobre Keith, así como todos tienen un riff de guitarra favorito --- las redadas de drogas, las transfusiones de sangre, el desprecio por la autoridad y la celebridad. Ahora tiene ya 50 años y está felizmente casado y con hijos. Keith dice que ahora tiene dos familias y todos se llevan bien, lo que le agrada suficientemente. Con tantos suegros, la mayoría de la gente encontraría imposible vivir fuera de la ley, pero aún se maneja tan reservado, marginal y solitario como siempre.
Parece una buena idea que estas personas se conozcan... Estábamos en Memphis, Tennessee, mezclando nuestro primer disco para Virgin, y los Stones tocaban en el Liberty Bowl. Llévabamos allí ya alrededor de una semana. En la víspera del concierto, llegamos a casa desde el estudio alrededor de las cuatro de la mañana, y algún idiota nos paró y nos pedía ver nuestras llaves de la habitación. Jennifer se dio cuenta de que había guardias armados por todo el ornamentado vestíbulo del hotel Peabody. Los Stones habían llegado.
Por la tarde alrededor de las 16:20 bajé a por el té del desayuno y el botones me preguntó si estaba en la ciudad por el concierto. Le dije: "Sí, voy a entrevistar a Keith Richards." Eso lo desconcertó. Y, sin embargo, era cierto. Alguien había decidido que estaría bien juntar a los semi-geniecillos Royal Trux y Keith Richards para una entrevista. Mi primera reacción fue que de ninguna manera, pero Jennifer dijo que ella haría la entrevista y todo lo que yo tenía que hacer era posar para las fotos, así que le dije que sí. Así que aquí estamos en un par de coches con chófer y nos dirigimos al Liberty Bowl para la prueba de sonido de los Stones.
Los Stones estaban desperdigados por el enorme escenario de su gira Voodoo Lounge. Mick Jagger sugirió que probaran con "Can't Get Next To You." La banda se pone al tema, con los arreglos a lo Al Green. Fue grandioso. Me gustaría escuchar música de este tamaño en mi patio delantero. Las mujeres de los pequeños stands promocionales se pusieron a bailar en las gradas y luego, por supuesto, los guardias de seguridad nos persiguieron a todos para echarnos. Incluso mi preciado pase para bastidores era inútil. Nos retiramos a la zona de "conocerse y saludarse", la tierra de nadie detrás del escenario de los Stones.
La entrevista comenzó poco después en la caravana de Keith. Jennifer entró, y yo esperé a que el fotógrafo viniera a buscarme. Ví a Travis Tritt y a Marty Stuart [cantantes de country] caminando por la zona.
{El guitarrista una vez conocido como el hombre más elegantemente desgastado del rocanrol irrumpe en el trailer con una pinta adecuadamente esbelta y desigual. Lleva puesto unos pitillos con un reconocible toque de spray negro, camisa blanca desabrochada, anillo de calavera, y un par de mangas negras de camisetas enrolladas al brazo como si fueran cojines de un monopatín.}
Keith Richards: Estoy ahorrando para comprar una camiseta entera. Me dieron las mangas, ahora estoy trabajando para conseguir el cuello.
{Lo primero que uno nota sobre el antihéroe del rocanrol es que es extremadamente afable, nada que ver con la leyenda que lo retrata como un tipo oscuro. Keith afirma que aprendió a ser educado durante sus peores días de tirado drogadicto.}
KR: Hacer frente a ese tipo de personas me enseñó a no ser como ellos, me enseñó a ser un caballero.
Jennifer Herrema: Nuestro ingeniero dice que hicistes estallar una vez sus altavoces. Enchufaste un bajo, le sacastes sonido y reventó la electricidad.
KR: No me acuerdo de eso en particular. Suena muy probable. Esas cosas me siguen sucediendo.
JH: ¿Has visto los patos del Peabody Hotel? Los hacen desfilar todas las tardes a las cinco.
KR: Querida, a las cinco estoy o dormido o por ahí.
{La gente de la gira afirma que Keith aún conserva el horario de un vampiro. Le han descrito como un muerto viviente, o un no-muerto viviente. En cualquier caso, rara vez se le ve por la noche, es más probable verlo por la luz del día. Ayer por la noche fue una excepción.}
JH: ¿Ibas por la calle Beale?
KR: Ayer por la noche, toqué en el local de BB King. Fue una de esas veces que te pagas la cena. Me pidieron que subiera al escenario y les dije "Olvídalo, es mi día libre." Entonces me ofrecieron anular la cuenta, así que por supuesto toqué. Nos encanta tocar en clubes. Quiero decir, los Rolling Stones pueden reventar un garito. Intentar adaptarse a un estadio es otra cosa. Todavía estamos tratando de encontrar la manera de comunicar buena música en un estadio. Dios se une a la banda cada maldita noche en forma de viento, la lluvia o los relámpagos. Suena como los viejos tiempos del espectáculo, pero semejante cantidad de público realmente te puede levantar. Puedes tener fiebre y sentirte como una mierda, pero cuando subes al escenario no importa porque te transmiten la adrenalina. Como sabes, ha habido veces en el pasado que no he subido al escenario en la mejor forma del mundo y sólo la multitud me hizo sacarlo adelante. Los conciertos son un intercambio de adrenalina. Muy a menudo te bajas del escenario sintiéndote mejor porque lo has sudado todo.
JH: ¿Así que los Rolling Stones han descubierto la cura para el resfriado?
KR: Sí, tocar en estadios.
JH: ¿Recuerdas la primera vez que tocastes en un gran escenario?
KR: Después de tocar en clubes durante dos o tres años, finalmente tocamos en nuestro primer teatro con capacidad para unas 3000 personas. El escenario que tenemos ahora para la gira Voodoo Lounge se supone que es el más grande en el mundo, sin embargo nada puede parecer más grande que la primera vez en un gran escenario. Era el 63 y recuerdo que tocamos con Bo Diddley, Little Richard, y los Everly Brothers. ¡Hablando de ser lanzados al abismo! Los Stones en un club sigue siendo el pico máximo. ESO ES LA BOMBA. Todo lo demás que hemos hecho es simplemente adaptarnos a las circunstancias. El rocanrol es en realidad cosa de una habitación pequeña. Con los años, hemos tenido que aprender a hacerlo más grande. Y no para de crecer y crecer. Es como una especie de Frankenstein, un enorme monstruo. Y puedes terminar trabajando para él, en lugar de él para tí. Puede volverse tan jodidamente grande que no te deje más hacer lo que tú quieres, lo que significa que tienes que hacer frente a una gran cantidad de frustración. Es por eso que los Beatles pararon. Nosotros nunca paramos, y cada vez que volvías a viajar tenías más artilugios de alta tecnología con los que tienes que aprender a trabajar. Ahora trabajamos para la pantalla gigante del estadio. Las primeras diez, veinte filas pueden estar viendo el escenario, pero todo el resto está mirando a la pantalla, lo que significa que la banda están trabajando para los camarógrafos... Siempre he sospechado de la televisión, siempre he encontrado que la música y el vídeo son un matrimonio infeliz. La MTV lo convirtió en una manera de hacer dinero obligando a las personas a mirar las canciones, pero se supone que lo que tienes que hacer es escuchar. Están vendiendo discos para la vista, ¿ves? Estás confundiendo los sentidos. Si tienes una venda en los ojos, puedes entrar en la música diez veces mejor que con la visualización de imágenes preconcebidas de lo que significa la canción. La música padeció de eso en los años ochenta, cuando lo que se veía bien era más importante que lo que sonaba bien... La buena música sale de personas que tocan juntas, sabiendo lo que quieren hacer y bucándolo. Tienes que sudarlo y darle vueltas hasta morir. No se trata de pulsar botones y ver una pantalla de televisión.
JH: Sí, a veces, cuando Neil toca la guitarra acompañado por nuestro nuevo bajista suena tan bien que me olvido de cantar.
KR: Conozco esa sensación. Nosotros también tenemos un nuevo bajista, Darryl. Es fantástico. El viejo Bill [Wyman], supongo que lo desgastamos.
{La conversación de Keith está plagada de frases de una sola línea y reflexiones al azar. Sus arrugas de la risa están tan profundamente curtidas que está empezando a parecerse a las leyendas del blues a las que tanto tiempo ha estado vampirizando. Da la impresión de que si se le cruzaran los cables, probablemente dibujaría la misma amplia sonrisa mientras te clava las manos y los pies en el mueble contiguo. Es probablemente una mala idea meterse con Keith. Cuando un fan saltó al escenario en el '81, Richards hizo caer su guitarra sobre el invasor porque "él estaba sobre mi escenario"}
JH: ¿Cuántas pistas grabasteis para este disco?
KR: Grabamos unas 40. Escribimos alrededor de unas 150. Luego lo redujimos a 15 canciones. Pensamos: "Eso es un montón de pistas para un álbum," pero luego consideramos que estaba bien, ya que han pasado cinco años desde el último álbum. Además, si intentáramos quitar más pistas del álbum habría disparos - nos habríamos matado unos a otros. Ninguno de nosotros renuncia fácilmente... Una vez alguien me preguntó si todavía peleamos por esas cosas. ¿Quedó el salón de Sharon Tate hecho un desastre? Por supuesto que todavía nos peleamos, pero también es una pelea contigo mismo. Estaba hablando con Ronnie (Wood) sobre nuestro disco Exile On Main Street. Hay tanto en él, que hay mucha tela que cortar. Ahora, ahí hay un álbum que nos escupe en nuestra cara los criterios por los que se debe juzgar todos los álbumes de los Stones, pero cuando fue lanzado en realidad recibió críticas terribles. Fue un álbum doble, había mucho material en él y nadie sabía qué hacer con él.
JH: Sí, sé lo que es.
{Un miembro del personal de la gira le pregunta a Keith qué piensa de todas las bandas que en la actualidad parecen tener una obsesión con la imagen de Keith Richards...}
KR: Es muy halagador, realmente. Sigo viéndome a mí mismo en el televisor. Todo el mundo empieza por imitar a sus héroes. Para mí eran Chuck Berry y Muddy Waters. Yo lo que digo es buena suerte a las personas que quieran imitarme, pero mejor que se den cuenta de donde se estan metiendo; más vale que sepan que hay mucho más que la actitud. Se trata de la música; se trata del blues. Eso es lo que me sostiene. Es una forma increíble de música que tiene una resistencia y vulnerabilidad que me parece que tiene que ser transmitido a través de la vida de alguien. A los nueve o a los 90, es totalmente atemporal. Pero nunca hay que desalentar a un grupo de chicos y chicas que se reúnen para tocar música. Es la única cosa que puede conservar su cordura. No tienes que ser una puta estrella. La música es algo de tu propio corazón para tu propia casa. Hay una parte de mí que está diciendo, "¿De verdad me dices que a la gente le gusto?" Es un negocio curioso, y sigue siendo tan misterioso para mí ahora como cuando empezamos.
{El empleado de la gira trae a Neil y al fotógrafo...}
Alan Messer: Ha pasado un tiempo. Te hice unas fotos en 1969 en el Hyde Park.
KR: AH .... Hyde Park ... 1969 ... un buen año ... un buen año para algunos.
{El empleado de la gira presenta a Neil...}
KR: Justo ella estaba hablando de tí.
NH: Ah, eso está bien, supongo.
{El empleado de la gira le pregunta a Keith sobre su motivación cuando escribe canciones...}
KR: Busco la ambigüedad cuando estoy escribiendo, porque la vida es ambigua. No tengo ni idea de lo que el público espera de mí. A veces no sé si voy debajo de sus cabezas o sobre sus cabezas. Escribir canciones es una práctica peculiar de todos modos. Nunca me siento como que yo las escribo, soy sólo una antena y las canciones vuelan por la habitación, y espero recoger algo. Me siento con una guitarra o al piano tocando mis canciones favoritas de Buddy Holly o de Otis Redding y, con un poco de suerte, algo ocurre de repente y estás en tu propio terreno. Tal vez sea porque no me siento deliberadamente a escribir canciones por lo que eso todavía me siga pasando. He escrito más canciones recientemente que nunca. Recibo y transmito-es así de simple. Si realmente pensara que he inventado algo, tendría un gran problema. No hay un ego divino, no creo en ese gran lema en negrita "ESCRITO POR KEITH RICHARDS." Acabo de recoger las canciones y pasarlas. No son mías, son de todo el mundo. Para mí, las mejores canciones son las que te vienen en sueños. Me despierto, lo grabo en un casete junto a la cama, me doy la vuelta y a dormir. Escribí "Satisfaction" de esa manera.
NH: Sí, pero yo cuando sueño una canción ahora, sueño con el video.
KR: Eso es la MTV, jodiendo con tus sentidos. Nunca pierdo la fe en el poder de la música para removerte, sin embargo. Cuando la escena se agote, todavía quedará la música ... y todavía estaré allí tocando.
{El empleado del tour le pregunta a Keith por si alguna vez se encontrara de nuevo con el diablo en un cruce, ¿a qué tipo de acuerdo llegarían esta vez?...}
KR: ¡Uno mejor! El diablo no me molesta, es Dios el que me molesta. Él y su lluvia. Espera a que me lo encuentre al hijo de puta. ¿No sabes quiénes somos? ¡Somos los Rolling Stones!
{En este punto otro empleado de la gira entra en la caravana...}
TS: Necesitan esta caravana. Keith tiene que ir a vestuario.
NH / JH: Que tengais un buen concierto. (bla, bla, bla)
KR: Eso, mantened la fe, seguid roqueando. (bla, bla, bla)
Salimos para ver a los Rolling Stones hacer su entrada. Nuestros asientos de invitados eran grandes. La chica delante de nosotros quería apostar que "Not Fade Away" sería la canción de apertura. Tenía razón. Fue una buena versión. Nos quedamos hasta que una mujer detrás de nosotros me pidió que me sentara. Le lancé una mirada tipo "¿cuál es tu puto problema?" y nos fuimos. No olía mucho a marihuana. Vimos el resto del espectáculo desde una sección acordonada especial en un lado del escenario. Una mujer con tacones altos se deslizó sobre los asientos delante de nosotros y rodó tres filas. Se levantó cuando Mick Jagger llegó a nuestra altura en la pasarela luminosa que flanqueaba el escenario. Se puso a bailar. La canción era "Monkey Man." Keith hizo un fuerte y brillante solo de guitarra en 'Satisfaction' de entre todas las canciones. Ronnie Wood hizo un solo de slide guitar en "Shattered". Mick Jagger bailaba con una proyección gigantesca de una caricatura de una diablesa durante "Beast Of Burden." Fue un concierto mucho mejor que el espectáculo del '81/'82 que vimos en DC. Al final hubo un gran despliegue pirotécnico. Esto, como más tarde descubrimos, funciona como distracción mientras los Rolling Stones huyen del estadio en camionetas sin distintivos externos. En cualquier caso, vimos los fuegos artificiales y llamamos a nuestro chófer.
Con todo, Keith fue un perfecto caballero. Encendió cigarrillos para Jennifer durante toda la entrevista.
Keith Richards Interview
by Neil Hagerty and Jennifer Herrema
RAYGUN Issue number 22 (January 1995)
Royal Trux (guitarist Neil Hagerty and singer Jennifer Herrema) first came together in 1985 and have since recorded four albums and assorted singles full of sonic confusion and seemingly random noise. Melody Maker once claimed that Royal Trux "were drawing out the most decadent excesses of the Rolling Stones' bluesiest period in their druggy, distracted, fogged haze." They have been called "unclassifiable."
Keith Richards has lived the archetypal rock n roll myth for 30 years with seemingly supernatural powers of survival. He's taken illicit substances and chugged down enough Jack Daniels to kill off the average army platoon. Everyone seems to have a favorite Keith story, just as they have a favorite riff---the drug busts, the blood transfusions, the complete disregard for authority and celebrity. Now he's 50 and happily married with children. Keith says he now has two families and they all get on just fine, which pleases him just fine. With so many inlaws, most people would find it impossible to play the part of outlaw, but he is still as removed, as outside, as much of a loner as ever.
Seems like a good idea to introduce these people... We were down in Memphis, Tennessee, mixing our first record for Virgin, and the Stones were playing the Liberty Bowl. We'd been there about a week. On the eve of the concert, we got home from the studio around four AM, and some idiot stopped and asked to see our room keys. Jennifer noticed the armed guards around the ornate lobby of the Peabody hotel. The Stones had arrived.
In the afternoon around 4:20pm I went downstairs for breakfast tea and the bellboy asked me if I was in town for the concert. I said, "Yes, I'm doing an interview with Keith Richards." That shut him up. And yet, it was true. Someone had decided that it owuld be nice to pair up the demi-monde genii Royal Trux and Keith Richards in an interview.My first reaction was no fucking way, but Jennifer said she would do the interview, and all I had to do was pose for some pictures, so I said okay. Now here we are getting into a couple of chauffered Town Cars and heading to the Liberty Bowl for the Stones sound check.
The Stones were sprawled out on the huge Voodoo Lounge stage. Mick Jagger suggested they play "Can't Get Next To You." The band lit into it, the Al Green arrangement. It was great. I'd like to hear music this size in my front yard. The women from the concession stands came dancing into the bleachers and then, of course, the security guards chased us all away. Even my precious backstage pass was useless. We retreated to the "meet and greet" area, the nobody land inside the Stones' backstage compound.
The interview began soon after in Keith's trailer. Jennifer went in, and I waited for the photographer to fetch me. I saw Travis Tritt and Marty Stuart walking around.
{The guitarist once known as the most elegantly wasted man in rock 'n' roll burst into the trailer looking suitably svelte and ragged. He was wearing the trademarked spray-on black drainpipes, unbuttoned white shirt, skull ring, and a pair of black t-shirt sleeves rolled up his arm like skateboard pads.}
Keith Richards: I'm saving up for the whole shirt. Got the sleeves, now I'm working on the collar.
{The first thing one notices about the rock 'n' roll anti-hero is that he's extremely affable and nothing like the dark lord legend portrays. Keith claims he learned how to be well-mannered during his most strung-out, drugged-out days of neglect.}
KR: Dealing with those kind of people taught me how to be not like them, taught me how to be a gentleman.
Jennifer Herrema: Our engineer says you blew up his speakers once. You plugged in a bass, hit the shit out of it and blew the mains.
KR: I can't exactly remember that. It sounds very likely. These things keep happening to me.
JH: Have you seen the ducks in the Peabody Hotel? They march them around every afternoon at five.
KR: Darling, at five I'm either asleep or I ain't around.
{People on the tour claim that Keith still keeps the hours of a vampire. He's been described as the walking dead, or walking undead. Either way, he's rarely seen out at night, and is more rarely spotted in daylight. Last night was an exception.}
JH: Did you go down to Beale Street?
KR: Last night, I played a number at BB King's joint. It was a sing for your supper kind of deal. They asked me up on stage and I just said "Forget it, it's my day off." Then they offered to cancel the check, so of course I played. We love playing clubs. I mean, the Rolling Stones could kill a club. Trying to drag a stadium into shape is another thing. We're still trying to figure out how to communicate good music to a stadium. God joins the goddamn band every night in the form of wind, rain, and lightning. It sounds like old time show biz, but an audience that size really can turn you on. You can have a temperature of 130 degrees and feel like shit, but the moment you hit the stage, it doesn't matter because they give you the adrenaline. As you know, there have been times in the past when I've arrived on stage in not the best shape in the world and only the crowd kept me going. Gigs are all about an exhange of adrenaline. Quite often, you come off stage feeling better because you've sweat it out.
JH: So the Rolling Stones have discovered the cure for the common cold?
KR: Yes, play stadiums.
JH: Do you remember the first time you played a big stage?
KR: After palying clubs for two or three years, we finally hit our first 3,000 capacity theater. The stage we have now fo rthe Voodoo Lounge tour is supposed to be the biggest in the world, yet nothing can ever seem bigger than that first big stage. It was '63 and I remember we played with Bo Diddley, Little Richard, and the Everly Brothers. Talk about being thrown in at the deep end! The Stones in a club is still the ultimate rush. THAT IS IT. Everything else we've doen is simply adjusting to conditions. Rock 'n' roll is really a small room thing. Over the years, we've had to learn to do it bigger. It just keeps getting bigger and bigger. It's like some kind of Frankenstein's monster, some huge juggernaut. And you can end up working for it, rather than it working for you. It can get so fucking big you can't do what you want to do anymore, which means you have to deal with a whole lot of frustration. That's why the Beatles stopped. We never did, and everytime we come back to touring they have more high-tech gizmos that you've got to learn how to work. Now we're working for the huge stadium screen. The first ten, twenty rows may be looking at the stage, but everyone else is looking at the screen, which means the band are working with the cameramen...I've always been suspicious of TV, I've always found music and video to be an unhappy marriage. MTV turned it into a money-making proposition by making people look at songs, but you're supposed to listen. They're selling records by eyesight, you know? You're confusing the senses. If you had a blindfold on, you can get into music ten times more effectively than watching pre-conceived images of what the song means. Music suffered for it in the Eighties, when what looked good was more important than what sounded good...Good music comes out of people playing together, knowing what they want to do and going for it. You have to sweat over it and bug it to death. You can't do it by pushing buttons and watching a TV screen.
JH: Yeah, sometimes when Neil is playing guitar with our new bass player it sounds so good, I forget to sing.
KR: I know how that is. We just got a new bass player ourselves, Darryl. He's fantastic. Old Bill, I guess we just wore him out.
{Keith's conversation is littered with one-liner's and random musings. His laugh lines are etched so deep, he's beginning to resemble the blues legends he has spent a lifetime lionizing. He gives the impression that if you crossed him, he'd probably crack the same wide smile while nailing your hands and feet to the nearest piece of furniture. It's probably best not to mess with Keith. When a fan leapt onstage in '81, Richards felled the tresspasser with his guitar because "He was on my stage."}
JH: How many tracks did you record for this record?
KR: We recorded 40. We wrote about 150. Then we cut it down to 15 songs. We thought, "That's a lot of tracks for an album," but them we considered that it would be okay because it's been five years since the last album. Besides, if we had tried to cut any more tracks off the album there'd have been shooting--we'd have killed each other. None of us back down easily...Someone once asked me if we still fight about this stuff. Was Sharon Tate's living room a mess? Of course we still fight, but it's also an argument within yourself. I was just talking to Ronnie (Wood) about our record Exile On Main Street. There's so much on it, there's a long way to go. Now that album is held up in our face as the criteria by which all Stones albums must be judged, but when it was actually released, it got terrible reviews. It was a double album, there was so much on it and no one knew what to make of it.
JH: Yeah, I know how that is.
{A tour staffer asks Keith what he thinks of all the bands at present who seem obsessed by the Keith Richards image...}
KR: It's quite flattering really. I keep seeing myself on the TV. Everybody starts by imitating their heroes. For me it was Chuck Berry and Muddy Waters. I say good luck to people who want to emulate me, but they better realize what they're getting into; they better know that there's more to this than attitude. It's about the music; it's about the blues. That's what sustains me. It's an amazing form of music that has a strength and vulnerability which seems to me to be translated throughout someone's life. At nine or 90, it's utterly timeless. But I'd never discourage a bunch of guys and girls getting together to play music. It's the one thing that may retain their sanity. You don't have to be a fucking star. Music is something from your own heart for your own home. There's a part of me that's saying, "What, you mean people really like me?" It's a funny business, and it's just as much a mystery to me now as when we started.
{Tour staffer brings in Neil and the photographer...}
Alan Messer: It's been a long time. I did shoot with you in 1969 at Hyde Park.
KR: AH....Hyde Park...1969...a good year...a good year for some.
{Tour staffer introduces Neil...}
KR: She was just talking about you.
NH: Oh? That's cool, I guess.
{Tour staffer asks Keith about his motivation when he writes songs...}
KR: I look for ambiguity when I'm writing because life is ambiguous. I have no idea what the audience makes of me. Sometimes I don't know whether I'm going under their heads or over their heads. Writing songs is a peculiar practice anyway. I never feel I write them, I'm just an antenna and the songs ae already zooming through the room, and I hope to pick up something. I sit with a guitar or at the piano and play my favorite Buddy Holly or Otis Redding songs and, with a bit of luck, something suddenly happens and you're off on your own track. Maybe it's because I never deliberately sit down to write songs that it still happens. I've written more lately than ever before. I recieve and transmit-it's that simple. If I actually believe I created something, I'd be in big fucking trouble. There's no godhead ego, I don't believe in the grand bold type "WRITTEN BY KEITH RICHARDS." I just pick up the songs and pass them on. They aren't mine, they're everybody's. To me, the best songs are the ones that come to you in dreams. I wake up, put it down on a cassette next to the bed, turn over and go back to sleep. I wrote "Satisfaction" that way.
NH: Yeah, but when I dream a song now, I dream the video.
KR: That's MTV for you, fucking with the senses. I never lose faith in the power of music to get through, though. When the scenes go dead, there will still be the music...and I'll still be there playing it.
{Tour staffer asks Keith if he ever met the devil at the crossroads again, what kind of deal would he ask for this time...}
KR: A better one! The devil doesn't bother me, it's God that pisses me off. Him and his rain. You wait until I meet the motherfucker. Doesn't he know who we are? We're the Rolling Stones!
{At this point another tour staffer comes into the trailer...}
TS: They need this trailer. Keith has to go to wardrobe.
NH/JH: Have a good show. (blah, blah, blah)
KR: Right, keep the faith, rock on. (blah, blah, blah)
We go out front to watch the Rolling Stones make their entrance. Our comp seats were great. The girl in front of us wanted to bet that "Not Fade Away" would be their opening number. She was right. It was a good version. We stayed until this woman behind us asked me to sit down. I shot her a "what's your fucking problem" look and left. I didn't smell much pot smoke. We went back and watched the rest of the show from a special roped-off section at the side of the stage. A woman in high-heels slipped on the seats in front of us and rolled three rows. She got up when Mick Jagger came our way on the luminous catwalk that flanked the stage. She got up dancing. The song was "Monkey Man." Keith did a brilliant, strong guitar solo on "Satisfaction," of all songs. Ronnie Wood had a slide solo on "Shattered." Mick Jagger danced with a gigantic projection of a cartoon she-devil during "Beast of Burden." It was a much better concert than the '81/'82 show we saw in DC.At the end of the encore, there was a big pyrotechnic display. This, as we later learned, functions as a diversion while the Rolling Stones make their escape from the stadium in unmarked vans. Anyway, we watched the fireworks and called our driver.
All in all, Keith was a perfect gentleman. He lit Jennifer's cigarettes for her throughout the interview.
[Ask Keith]
Jennifer Herrema. Foto: Michael Avedon