El Ajoblanco, una refrescante y potente sopa fría cuyos ingredientes principales son el ajo (obviamente) y las almendras, daba nombre a una interesantísima revista libertaria de contenidos muy diversos pero básicamente inspirados en la tradición de la contra-cultura que, sorprendentemente, se podía encontrar en casi cualquier kiosco de las urbes españolas en décadas pasadas. Una página web, resultado parece de una exposición-homenaje en Madrid y unas jornadas consiguientes, ha aparecido en la red y permite revisar algunos de sus números completos. Pura historia de la edición en papel y un ejemplo del esfuerzo, ilusión y voluntad de quienes lo hicieron posible, especialmente su fundador, Pepe Ribas.
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