miércoles, 12 de enero de 2011

Bob Dylan, 1966


Todas las fotografíasAll photographs :
Bob Dylan, 1966, Barry Feinstein
excepto las indicadas
except where indicated






Liverpool










Londres


Liverpool


Liverpool




París




M1 Highway, Inglaterra


Liverpool


Birmingham, Inglaterra


París


Londres






Birmingham


Aust Ferry, Inglaterra


Bob Dylan & Albert Grossman, Londres


Sheffield




Liverpool


Bristol, Inglaterra


Sheffield, Inglaterra. Barry Feinstein: “Vimos esta gran vidriera con las letras LSD. Paramos a mirar. Era un negocio de apuestas. Bob entró a ver qué era pero no apostó nada. LSD quedaba muy simbólico.”/"We saw this window with the letters LSD on it. We stopped to have a look. It was a betting office. Bob went inside to have a look but didn't bet. LSD was very symbolic at that moment".




Edimburgo, Escocia



Los Angeles, 1966 por Lisa Law


Los Angeles, 1966 por Lisa Law


Es un hecho conocido que uno de los grandes momentos de la cultura y la música popular de los años 60 se produjo cuando Bob Dylan, estandarte entonces de la juventud idealista y el sonido folk y el más emergente representante de la "canción-protesta", renunció a su condición de trovador con guitarra acústica que le inspiraron artistas como Woody Guthrie (que portaba la leyenda "ESTA MÁQUINA MATA FASCISTAS" escrita a mano en su guitarra) para colgarse una guitarra eléctrica y acompañarse de una banda (The Hawks, luego conocidos como The Band) que secundaría el estruendo de su nuevo sonido en el segundo acto del espectáculo de su gira del 66. En esos años Dylan empieza a practicar con la poesía automática y los discos conceptuales, lo que no impidió sino acrecentó su estatus de semi-oráculo contracultural pese a que sus primeros seguidores se sintieran profundamente traicionados por lo que consideraban una inmersión de su ídolo en la pasión por los dólares y la fama. Ese sería el contexto en que se produciría uno de los momentos más comentados de la historia del rock, cuando un seguidor en su concierto de Manchester (muchos años se creyó erróneamente que en Londres) le gritó "¡Judas!" desde el anfiteatro irritado por el nuevo sonido, a lo que Dylan respondería impertérrito con un "No te creo (en referencia a una de sus propias composiciones, 'I don't believe you')... Eres un mentiroso..." para dirigirse a su banda y murmurar "¡Tocad la hostia de fuerte!" antes de atacar con una furiosa versión electrificada de 'Like a rolling stone'. En esa época parió dos obras maestras de la música, sus discos 'Highway 61 Revisited' y 'Blonde on Blonde', que junto a 'Blood on the tracks' se suele considerar lo mejor de su producción. En cuanto al personaje que profirió el grito dos personas han afirmado al cabo de los años su autoría: el primero de ellos, Keith Butler, se presentó en una convención que celebraba el lanzamiento oficial por la discográfica Columbia en 1998* del histórico concierto que había estado circulando muchos años como una grabación pirata. Alegaba que gritó aquello porque se sintió decepcionado por el espectáculo; un año más tarde un hombre llamado John Cordwell se puso en contacto con el conductor de un programa de radio sobre Dylan para hacer la misma afirmación, añadiendo que protestó porque, aunque varias de las canciones eléctricas de Dylan se habían colado ya en las listas de éxitos, él y sus contemporáneos habían vivido y sentido intensamente su periodo de sonido acústico.

*La famosa grabación pirata de 1966, que circuló muchos años entre los aficionados a la música de Dylan, estaba acreditada erróneamente como 'The Royal Albert Hall Concert' en Londres. Sony Columbia tuvo el detalle humorístico y concienciado (cuando lanzó oficialmente el concierto en 1998) de respetar el nombre original como título del disco explicando en el libreto interior que se trataba en realidad de una grabación realizada en el Free Trade Hall de Manchester.


It is widely known that one of the great moments of the popular music of the 60s was when Bob Dylan, then a standard for idealistic youth, gave up his "protest troubadour with an acoustic guitar" condition that was inspired by artists like Woody Guthrie (who wore the legend "THIS MACHINE KILLS FASCISTS" hand written on his guitar) to embrace an electric guitar backed by a band ( The Hawks, later known as The Band) who seconded the thundering noise played in the second act of the shows of his 1966 tour. And from then on he was to practice for a mythical period a lot of automatic poetry releasing some semi-conceptual albums, which did not prevent but enhanced his status as a quasi-countercultural oracle, although his early followers would feel deeply betrayed by what they considered an immersion of his until then idol into passion for dollars and fame. That would be the context in which one of the most talked-about rock history moments happened, when an attendant at his concert in Manchester (for many years fans erroneously believed it happened in London) shouted "Judas!" from the balcony of the theater irritated by the new sound, to which Dylan responded with a "I don't believe you (in reference, it seems, to his song of the same title)... You're a liar ..." to then mutter to his band, "Play it fuckin' loud!" before attacking the audience with a furious version of 'Like a rolling stone'. At that time he was to release two masterpieces of music, his albums 'Highway 61 Revisited' and 'Blonde on Blonde', which along 'Blood on the tracks' stay generally considered the best ones of his production. As for the guy who shouted that, two people have claimed after the years to be the one: the first, Keith Butler, appeared at a convention to celebrate the official launch in 1998 by Columbia Records* of that historic concert that had been around for many years as a bootleg recording. He alleged that he did it because he felt disappointed by the show. A year later a man named John Cordwell e-mailed and then met a Dylan radio program host to make the same claim, adding that he protested (although five of Dylan's electric songs had make it already into the hit lists) because he and his friends had lived and sensed intensely Dylan's acoustic period.

*That famous 1966 bootleg recording circulated among Dylan's fans for many years although credited wrongly as 'The Royal Albert Hall Concert' wich is a Theatre in London. Sony Columbia had the humorous and concious touch (when the concert was officially launched by them in 1998) to respect the original name in the cover but explaining in the inner notes that it was actually a recording made in the Free Trade Hall in Manchester.


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